Instituto Nacional de
Inclusión Social Adolescente

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La Unidad de Nutrición de Inisa se encarga de elaborar los planes de alimentación especialmente adecuados para adolescentes privados de libertad, poniendo especial atención en las condiciones de nuestra población.

Con base en una dieta balanceada y con las necesarias fuentes de energía para nuestros jóvenes, la Unidad también se encarga de la compra de alimentos para la posterior preparación en cada Centro.
La Directora de la Unidad de Nutrición, Lic. Sonia Leis, explica cómo es el trabajo que llevan adelante para que cada uno de los adolescentes de Inisa reciba una correcta alimentación.

“Hay estudios que indican la cantidad de calorías que necesita cada individuo; no todos necesitamos las mismas energías para vivir, eso varía en función de diferentes cosas, una de ellas es la edad, por lo tanto nosotros tenemos en cuenta que nuestra población objetivo son adolescentes, los cuales, como sabemos, están en etapa de crecimiento y por eso necesitan más calorías que una persona adulta de por ejemplo cincuenta o sesenta años. También se tiene en cuenta el sexo, porque no son las mismas calorías que necesitan los varones que las mujeres; los varones en su composición corporal innata tienen más músculos que las mujeres, y el músculo es lo que se le llama el tejido metabólicamente activo, que es el que gasta más energía, por eso entre un hombre y una mujer de la misma edad, el mismo peso y la misma altura, el hombre siempre va a necesitar más calorías que las mujeres.

Tenemos en cuenta además la actividad física que realizan y a su vez le agregamos un elemento calórico por el estrés producido por el encierro, porque se sabe que eso aumenta el desgaste. En caso de que alguna de las chicas esté embarazada o amamantando, eso también se toma en consideración porque el gasto calórico es mucho mayor.”

¿Inisa incluye en su plan todos los grupos de alimentos necesarios?

Sí. En Inisa compramos carnes; la principal es la carne vacuna pero también se compra algo de pescado. Aportamos lácteos tanto por leche como por yogur; se compran huevos, también variadas frutas y hortalizas que se adecúan dependiendo de la estación del año. Además aportamos cereales como arroz, pasta, harina de trigo, almidón, pan rallado. Se adquieren también leguminosas, es decir porotos, lentejas, garbanzos. Se compran azúcar y dulces; dentro de los dulces tenemos dulce de leche, dulce de membrillo, dulce de batata, mermelada de durazno, mermelada de frutilla. Se compran aceites, café, cocoa, yerba, distintos condimentos como pimienta, pimentón, orégano, adobo, nuez moscada, sal fina y gruesa; también compramos vinagre para ensaladas u otras preparaciones.

¿La alimentación que reciben los adolescentes en Inisa en saludable?

Sí, desde la Unidad de Nutrición se tratan de adquirir la mayor variedad de alimentos, y siempre se piden de muy buena calidad, tanto lo que son frutas, hortalizas, los víveres secos, etc.
A todos los Centros enviamos la misma variedad de alimentos, luego los responsables de cocina realizan su preparación.

¿Cómo se elaboran los menús semanales?

Elaboramos un menú de invierno junto a ecónomos, cocineros y personal de dirección de todos los Centros, el cual se elevó a Directorio y fue aprobado.
Se enviaron las recetas a todos los Centros para que puedan realizar las mismas preparaciones.

¿Cuántas comidas diarias reciben los adolescentes en los Centros?

Reciben cuatro comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena.

¿Se toman en cuenta casos excepcionales como problemas de salud o elecciones de vegetarianismo o veganismo?

Sí, por supuesto.
En problemas de salud una nutricionista los ve a nivel de policlínica y les hace la indicación necesaria para lo que necesiten; sean diabéticos, hipertensos, con problemas renales, con gastritis, con diarrea o la patología que tengan; se les ajusta el menú, se habla con el ecónomo del Centro y se les entrega una dieta por escrito para que vean qué es lo que le tienen que dar.
Si hay algún chico celíaco o intolerante a la lactosa, tenemos una partida de dinero para adquirir alimentos especiales, con lo que se compran los necesarios para esos casos; también para otro tipo de afecciones.
Hemos tenido chicos vegetarianos y también se adecuó la alimentación.