El 13 de abril se llevó a cabo la toma de posesión del cargo de Presidente del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente para el período 2020 – 2025.
El Ministro de Desarrollo Social, Lic. Pablo Bartol, dio este lunes la posesión del cargo de Presidente del organismo a la Lic. en Sociología Rosanna de Olivera Méndez, despidiendo a quien ocupara el puesto hasta la fecha, Psic. Gabriela Fulco.
De Olivera agradeció la confianza depositada en su persona para ocupar el cargo, a los presentes, y a la Presidente saliente por su colaboración en el período de transición. Continuó destacando el desafío que la función implica y los principales lineamientos de trabajo:
“Enfrentamos hoy uno de los desafíos más importantes desde el punto de vista personal y profesional.
Se nos ha encomendado la responsabilidad de conducir, a partir de hoy, el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente.
El Instituto trabaja una de las temáticas más sensibles, teniendo como misión esencial insertar socialmente a los adolescentes que han estado en conflicto con la ley.
La tarea se lleva adelante fundamentalmente mediante un proceso psicosocial, educativo e integral que conlleva al reconocimiento de su condición de sujetos de derecho.
Sabemos que muchos llegan a INISA luego de haber estado inmersos en contextos críticos, con historias de carencias, maltrato y abusos, fracaso o deserción escolar, abandono familiar, entornos violentos vinculados muchas veces al narcotráfico, sin referentes positivos y absolutamente carentes de buenos valores y hábitos.
Insertarlos como ciudadanos de bien es nuestro objetivo final, y hacia allí apuntará todo el compromiso y responsabilidad de la gestión que comenzamos.
Creemos primordial insistir y exigir el cumplimiento de todos los protocolos en cada una de las áreas y sectores.
Estamos convencidos de que el profesionalismo, el orden y la transparencia son parte fundamental para dar las garantías y el respaldo a la tarea de todos y cada uno de quienes integran este Instituto, ello repercute directamente en la vida de estos jóvenes que el Estado pone bajo nuestra responsabilidad.
Resaltaremos los cometidos y facultades que deben ser cumplidos, considerando siempre el interés superior del adolescente y en estricta observancia de la normativa nacional e internacional en la materia, lo que se expresa en el reconocimiento, respeto y garantía de sus derechos.
Profundizaremos el desarrollo de las herramientas adecuadas para que los logros se hagan visibles y se cumplan los objetivos planteados.
Entendemos que este Instituto es uno de los engranajes del Estado para alcanzar los objetivos en cuanto a seguridad y convivencia ciudadana.
Procuraremos que este período signifique para ellos un tiempo de concientización, un tiempo de convencimiento desde lo más íntimo, de desistir por completo de que la actividad delictiva sea una opción de vida, ni un camino válido. Que logren sin embargo vincularse socialmente como ciudadanos plenos en derechos y responsabilidades.
Que sea para los trabajadores y funcionarios un lugar de crecimiento profesional y que con vocación, pasión y entrega, puedan levantarse cada día valorando la enorme importancia de su tarea.
Será para nosotros un gran desafío, al que nos avocaremos de lleno, con todo nuestro potencial, profesionalismo, dedicación y actitud.
Será un camino lleno de aprendizajes, de nuevas vivencias, de crecimiento y oportunidades, en el que continuaremos construyendo, revisando y mejorando para avanzar.”